Estamos llamados a ser profetas, animados por el Espíritu



por María Inés Casalá
Mensaje del encuentro:
Estamos llamados a ser profetas animados por el Espíritu.
Desarrollo del encuentro
Ver la vida:
Después de una pequeña introducción, el catequista pregunta:
  • ¿Cómo está compuesta la sociedad?
  • ¿Cuáles son las partes?
  • ¿Quiénes las componen?
Las respuestas se escriben en el pizarrón. Por ejemplo: las personas, la familia, la escuela, la Iglesia, el estado, el club, los ricos, los pobres, los centros recreativos…
Formar tantos grupos como componentes de la sociedad se hayan nombrado y encargar a cada uno que organice una pequeña manifestación, con carteles y cantitos en dónde cada sector de los nombrados reclame por sus derechos en la sociedad, o se quejen por su situación.
Organizar los distintos grupos para que vayan pasando las manifestaciones y expresen lo que pensaron.

Para evaluar lo actuado por los grupos:
  • ¿Están de acuerdo con todo lo expresado? ¿Por qué ocurren estas cosas en la sociedad? ¿Por qué no gozamos todos los hombres de las mismas posibilidades? ¿Por qué existen personas que nunca van a poder desarrollar todas sus capacidades porque el deterioro y la falta de alimentación en los primeros meses de vida fue tan extrema que quedaron dañados para siempre?
  • ¿Podemos hacer algo para cambiar o mejorar esta sociedad, el mundo en el cual vivimos?
  • ¿Qué pueden hacer, en tu familia, en el colegio, personalmente o en grupo por los que sufren?
  • ¿Cómo decir a todos que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, que todos gozamos de la misma dignidad y que los atentados a la vida y a la persona es lo más graves que puede suceder?
Si en el momento de cometer una injusticia viéramos a Dios reflejado en los ojos del otro, poco a poco nos educaríamos en el amor y seríamos más justos.
¿Qué significa ser profeta?
¿Qué profetas conocen?
¿Podemos ser profetas? ¿Cómo?
¿Quién alienta a los profetas?

Los profetas no sólo son personajes del Antiguo Testamento.
Profeta es todo cristiano que asume su tarea de anunciar a Jesucristo y denunciar el pecado y los atentados a la vida. Un buen cristiano es profeta de la Buena Noticia de Jesús en su propio ambiente.
San Francisco de Asís: Profeta de la Paz. Fundador de la obra franciscana. Denunció la hipocresía de su tiempo.
San Juan
 Bosco: Profeta de la pedagogía. Fundador de los salesianos. Denunció la marginación de los analfabetos.

Monseñor Angelelli: Profeta de la Justicia. «Con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio». Denunció la pobreza de los campesinos. La injusticia padecida por los trabajadores.
Madre Teresa de Calcuta: Profeta de la Esperanza, servidora de los pobres. Denunció el abandono, la enfermedad y el desequilibrio entre ricos y pobres.

¿Qué une a estas cuatro personas? ¿Qué actitudes proféticas tienen?

Iluminación:
«…así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar…» Hechos 2, 38-41
«Anuncia dónde se manifiesta la presencia del Espíritu. Denuncia dónde opera el misterio de iniquidad, mediante hechos y estructuras que impiden una participación más fraternal en la construcción de la sociedad y en el goce de los bienes que Dios creó para todos». Puebla Nº 267
Respuesta: 

Para hacer personalmente y en grupo:
  • Conseguir un recorte de diario o revista.
  • Buscar un texto en el Evangelio que se pueda relacionar con el tema de la sociedad y los profetas.
  • Preguntar / se ¿por qué elegiste estos textos?
  • Volvemos a preguntarnos: ¿Es posible ser profeta hoy?
Oración:
La oración se realizará meditando un texto del Evangelio.
Vamos a leerlo lentamente, pensando lo que leemos, dejándonos llenar por la Palabra, tratando de que nos interpele, que hable a la vida.
Surante este encuentro hemos hablado de profetas de ayer y de hoy.
Hay un profeta de siempre que tuvo la hermosa tarea de anunciar a Jesucristo: su primo, Juan, el Bautista.

Entonces, que sea Juan el Bautista quien nos presente más intensamente a Jesucristo, Señor de la Historia.
Al leer el texto prestemos atención a los sentimientos que nos produce, a las sensaciones, a los recuerdos.
Tengamos presente que es Dios quien nos está hablando y dispongámonos a escucharlo como a un amigo.

Proclamar el evangelio:
Marcos 3, 1 - 12
  • ¿Cómo escuchamos a un amigo, a un padre que siempre nos va a decir lo mejor para nosotros?
  • ¿Qué actitud tenemos hacia Aquel que nos habla primero para invitarnos a ser sus hijos?



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