Mayo 27
«Ven Espíritu Santo. Libérame, para que no alimente la impaciencia y el desprecio hacia otras personas.
Toma mi mirada para que pueda mirar a los demás como Jesús, con inmensa paciencia.
Contemplo a Jesús, tan comprensivo con los pecadores, tan paciente y compasivo con las debilidades de sus discípulos, tan cercano a todos. Quiero aprender de Jesús, paciente y humilde, para encontrar descanso y alivio en mis impaciencias.
Bendigo a todas las personas que me molestan, que me desagradan, que me cansan, que me perturban, que me interrumpen.
Las bendigo para que sean cada día más bellas y santas, para que reflejen tu amor y tu hermosura.
Pasa tu mano por sus vidas para que sean felices.
Ven Espíritu Santo a mi vida, penetra en mi interior, acaríciame con tu divina calma.
Cura las heridas de mi intimidad que me llevan a rechazar a los demás.
Sana la raíz de mi intolerancia, de mis malas reacciones, y regálame el don de la paciencia.
Amén.»