(Para ser recitada en las cuentas regulares del Rosario)
Oración al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de Tu amor. Envía Tu Espíritu, Señor, y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.
L: Oremos.
Oh Dios, que instruíste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén
Credo de los Apóstoles* (Sobre el crucifijo)…
Padre Nuestro y Ave María* (en la primera cuenta)…
Gloria* (en las 3 cuentas)…
Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
PRIMER MISTERIO
EL PLAN DEL ETERNO PADRE PARA REDIMIR AL MUNDO ENVIANDO A SU HIJO UNIGÉNITO
(Pausa y Meditación)
Una voz gritó desde el Trono del Altísimo diciendo, “¿A quién enviaré, quién irá a redimir al mundo y les llevará a ellos Mi Reino?” A falta de una respuesta, Jesús, el Verbo Eterno dijo, “Aquí estoy Yo, envíame a Mi Padre.”
Oración: Oh Dios, por los méritos de este misterio, hazme un instrumento de salvación y renovación para el mundo. Amén.
Padre Nuestro y Ave María* (en las cuentas individuales)…
L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de
los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)
Gloria*… Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
SEGUNDO MISTERIO
UNA PEQUEÑA NIÑA LLAMADA MARÍA FUE ESCOGIDA PARA SER LA HIJA DE DIOS PADRE, MADRE DE DIOS HIJO Y ESPOSA DE DIOS ESPÍRITU SANTO.
(Pausa y Meditación)
Dios envió Su Ángel a una pequeña niña llamada María en el pueblo de Nazaret de Galilea, para anunciar el nacimiento de Su Hijo unigénito. Al saludo del Ángel, el Espíritu Santo descendió sobre ella, y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo. Al final, ella dio a luz al Redentor del mundo.
Oración: Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de la pureza y la humildad, para que por la humildad yo aplaste la cabeza de Satanás y por la pureza mi alma pueda ser Tu tabernáculo. Amén.
Padre Nuestro* y Ave María* (en las cuentas individuales)…
L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)
Gloria*… Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
TERCER MISTERIO
DIOS REVELA SU HIJO AL MUNDO
(Pausa y Meditación)
Cuando llegó el tiempo, Dios reveló su Hijo al mundo. Primero en su Bautismo en el río Jordán cuando Dios dijo: “Este es Mi Hijo, el Amado; éste es Mi Elegido.” (Mateo 3, 17) Y nuevamente,durante la Transfiguración en el Monte Tabor cuando agregó: “Escúchenlo”. (Mateo 17, 5)
Oración: Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de ser como Tú me creaste, de tal manera que haga las cosas para las que Tú me creaste. Amén.
Padre Nuestro* y Ave María* (en las cuentas individuales)…
L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)
Gloria*… Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
CUARTO MISTERIO
JESÚS PROCLAMA EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA
(Pausa y Meditación)
Cuando llegó el tiempo apropiado, después de ayunar y de ser tentado por el diablo, Jesús fue a las ciudades del mundo y proclamó el Reino de Dios diciendo: “¡Arrepiéntanse! El Reino de Dios está cerca.” Pasó haciendo el bien y llamando a los pecadores a regresar a Dios.
Oración: Oh Dios, por los méritos de este misterio, concédeme la gracia de proclamar Tu Reino en la tierra con palabras y acciones, para que así Tu Reino llegue pronto a los confines de la tierra. Amén.
Padre Nuestro* y Ave María* (en las cuentas individuales)…
L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces) Gloria*… Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo.
QUINTO MISTERIO
EL TRIUNFO EN LA CRUZ
(Pausa y Meditación)
Así como el hombre fue vencido en el árbol; el hombre será redimido en el árbol; para que el árbol que ocasionó la caída del hombre sea el árbol de la resurrección del hombre.” Y Él vino a Su pueblo, pero Su pueblo no lo recibió, más bien, lo arrastraron hasta la montaña llamada Gólgota en donde lo clavaron en la Cruz. En esa Cruz, Cristo anunció su triunfo diciendo: “Todo está cumplido.” (Juan 19, 30)
Oración: Oh Dios, por los méritos de este misterio, fortalece la fe de Tus pequeños en la tierra. Que ellos puedan unirse a Tu Iglesia para vencer al Dragón Rojo para la manifestación de Tu Glorioso Reino. Amén.
Padre Nuestro* y Ave María* (en las cuentas individuales)…
L: Ven Espíritu Santo, ven a mi corazón y llena los corazones de los fieles.
R: Y renueva la faz de la tierra. (diez veces)
Gloria*… Canto
Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, santificado sea Tu Nombre; Venga Tu Reino y hágase Tu voluntad en la tierra, como en el cielo. (3 veces)
DIOS TE SALVE REINA…
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu vientre. !Oh clemente, oh piadosa, oh siempre dulce Virgen María!
L: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén.
Oremos: Oh Señor Consolador, Don celestial, Amor del Padre y del Hijo. Ven a mi Corazón con el fuego del Amor y purifica los corazones de los fieles. Siembra en nosotros Tus siete dones y deja que el rocío de Tu gracia santificante nutra nuestras almas para cosechar abundantemente Tus Preciosos Frutos en nosotros. ¡Oh poderoso Consolador! Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.