Una paz especial




“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza;” contra tales cosas no hay ley.

Este texto nos habla de una paz que sobrepasa todo entendimiento

Hoy ¿sentimos que estamos gozando de esta paz?
¿Hay cosas que están impidiendo disfrutar de esta paz?

Y también en Mateo 11: 28 nos dice
“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar”.

Luego de esta maravillosa invitación, debemos pensar
si deseamos poner a los pies del Señor nuestra carga, o llevarla solas, ya que en (Isaías 26: 3 y 4) tenemos esta maravillosa esperanza:

“Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Confiad en Yavé perpetuamente, porque en Yavé, el Señor
está la fortaleza de los siglos”.

Es la paz que sienten los hijos de Dios en medio del conflicto,
de las dificultades de los temores de la incertidumbre; porque
es una paz que viene de Dios.

Esta paz la pueden experimentar solamente los hijos de Dios.
Es la paz que el cristiano en la ausencia de culpa por tener la seguridad de haber sido perdonados por Dios al acercarse
a la cruz de Cristo.

Es paz con Dios.
“Justificados pues por la fe,
tenemos paz para con Dios,
por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
Romanos. 5: 1

Es un regalo de Dios.
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Salmos 29: 11

Es abundante.
Mucha paz tienen los que aman tu ley,
y no hay para ellos tropiezo.
Salmos 119: 165

Es perfecta.
Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en ti persevera; porque en ti
ha confiado.
Isaías 26: 3

Es  segura.
La paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la
doy como el mundo la da.
Juan 14: 27

Es prometida.
Estas cosas os he hablado para que en mí
tengáis paz, En el mundo tendréis aflicción,
pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan 16:33

Es firme
Porque los montes se moverán, y los collados
temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará,
dijo Yavé, el que tiene misericordia de ti.
Isaías 54: 10

Es Cristo mismo.
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de paz.
Isaías 9: 6 

Es una obligación.
Si es posible en cuanto dependa de vosotros,
estad en paz con todos los hombres.
Romanos 12: 18

¡Cuan hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian
buenas nuevas.
Romanos 10: 15



Un poeta cristiano escribió
las dulces estrofas de este himno:

¡Paz, dulce paz! que brota de la cruz,
Nos habla paz la sangre de Jesús.

¡Paz, dulce paz! hacer la voluntad,
de Cristo en nuestra vida da la paz.

¡Paz, dulce paz! cargados de dolor,
descanso y paz tendéis en el Señor.

¡Paz, dulce paz! en la separación,
la paz de Cristo da consolación.

¡Paz, dulce paz! en cuanto al porvenir,
Jesús nos guía hasta el morir.

¡Paz, dulce paz! no tardará Jesús,
y nos dará celeste paz y luz.