Cantos para Pentecostés
Fuente: BuenasNuevas.com
Cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo, obró en ellos un cambio tan hondo que después de ese día ya no fueron los mismos: de la cobardía, el encierro y el temor pasaron a anunciar con decisión y firmeza que Jesús estaba vivo.
¡Qué fuerza la del Espíritu, que los hizo capaces de seguir al Señor hasta dar la propia vida! ¿Y nosotros? El Espíritu Santo es el mismo de siempre y quiere seguir obrando en su Iglesia: Por eso es posible realizar la misión y el anhelo de Jesús, que es el Reino de Dios entre los hombres. Si contamos con la fuerza del Espíritu... ¿qué nos puede detener?
Primer momento:
Proponemos realizar un fotolenguaje con imágenes simbólicas, previamente seleccionadas, que serán colocadas en el centro de una mesa. Se invita a los participantes para que se acerquen y busquen la foto que refleje quién es el Espíritu Santo para cada uno. Tener en cuenta que, quizá, a algunos le cuesta seleccionar una sola, o que el planteo inicial le resulte difícil. Se los puede ayudar haciéndo pensar lo que el Espíritu Santo hace en nosotros.
Una vez elegida la imagen, vuelven a su asiento sin tomarla (ya que otro participante pudo haber elegido la misma) y se invita a que, de a uno, busquen su foto, la tomen, la muestren al grupo y compartan por qué la eligieron.
Segundo momento:
El Espíritu Santo, que es alguien y no algo, tiene un fuerte protagonismo en la vida de la Iglesia que se refleja en el libro de los Hechos de los Apóstoles, llamado el Evangelio del Espíritu; así como Jesús es el centro del Evangelio, el Espíritu lo es de los Hechos (se lo menciona 54 veces en él).
Proponemos armar cinco grupos para responder un par de preguntas sobre algunos textos:
El Espíritu Santo en los comienzos de la Iglesia, ¿sobre quién/es actúa/n? ¿qué realiza?
Hechos 2, 1 - 12. / 4, 23 - 31. / 7, 54 - 60. / 8, 26 - 40.
10, 44 - 48 / 11, 1 - 18. / 13, 1- 5. / 19, 1 - 7. / 20, 21 - 38.
Se les da 60 minutos para este momento grupal, ya que son muchas las citas bíblicas a leer. Si no se cuenta con tanto tiempo se pueden dar menos textos por grupo.
Se termina con la puesta en común y diálogo sobre la acción del Espíritu Santo en las primeras comunidades cristianas. Se puede cantar algo y hacer un corte antes de continuar.
Tercer momento:
El Espíritu que animó hace dos milenios a los cristianos es el mismo que nos anima hoy, personal y comunitariamente.
¿Cuáles son los signos de su presencia entre nosotros? (Anunciar la Palabra, dando ejemplos cercanos a la realidad del grupo con el cual se está trabajando).
LIBERTAD: 2 Cor. 3, 17 "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, ahí está la libertad."
VERDAD: Jn. 14, 16 - 17 "Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes."
ALEGRÍA: 1 Tes. 1, 6 "Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo."
PAZ: Rom. 8, 6 "Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz."
UNIDAD: Ef. 4, 3 "Traten de conservar la unidad del espíritu, mediante el vínculo de la paz."
Cuarto momento:
En un tiempo más personal se reflexiona sobre la Palabra de Dios y se trata de descubrir cuáles de estos signos están más presentes en uno mismo y en el grupo (20 ó 30 minutos).
Puede ayudar para este momento dar una ficha con los nombres de los integrantes para que puedan completar:
Para poner en común se comienza con un voluntario al cual el grupo le va diciendo el signo del Espíritu que descubren en él. Después se sigue con el resto del grupo.
Quinto momento:
Para hacer una mirada de la realidad que les toca vivir, y tratando de descubrir el obrar del Espíritu, van a trabajar en los grupos armados en el segundo momento.
A cada grupo se le da uno de los signos del Espíritu y mirando el país o el mundo tendrán que armar una cartelera con situaciones o personas que encarnen estos signos.
Para este momento hay que prever los diarios, revistas, cartulinas y demás elementos que van a necesitar.
También tendrán que armar una oración de petición por las situaciones donde este signo está ausente, y otra de acción de gracias por lo expresado en las carteleras.
Se termina exponiendo las carteleras y realizando juntos una celebración donde podamos cantar, orar y pedir que venga a nosotros el Espíritu de Dios.
"¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Porque el Templo de Dios es sagrado y ustedes son ese Templo." 1 Cor. 3, 16.
Fuente: BuenasNuevas.com
Cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo, obró en ellos un cambio tan hondo que después de ese día ya no fueron los mismos: de la cobardía, el encierro y el temor pasaron a anunciar con decisión y firmeza que Jesús estaba vivo.
¡Qué fuerza la del Espíritu, que los hizo capaces de seguir al Señor hasta dar la propia vida! ¿Y nosotros? El Espíritu Santo es el mismo de siempre y quiere seguir obrando en su Iglesia: Por eso es posible realizar la misión y el anhelo de Jesús, que es el Reino de Dios entre los hombres. Si contamos con la fuerza del Espíritu... ¿qué nos puede detener?
Primer momento:
Una vez elegida la imagen, vuelven a su asiento sin tomarla (ya que otro participante pudo haber elegido la misma) y se invita a que, de a uno, busquen su foto, la tomen, la muestren al grupo y compartan por qué la eligieron.
Segundo momento:
Proponemos armar cinco grupos para responder un par de preguntas sobre algunos textos:
El Espíritu Santo en los comienzos de la Iglesia, ¿sobre quién/es actúa/n? ¿qué realiza?
Hechos 2, 1 - 12. / 4, 23 - 31. / 7, 54 - 60. / 8, 26 - 40.
10, 44 - 48 / 11, 1 - 18. / 13, 1- 5. / 19, 1 - 7. / 20, 21 - 38.
Se les da 60 minutos para este momento grupal, ya que son muchas las citas bíblicas a leer. Si no se cuenta con tanto tiempo se pueden dar menos textos por grupo.
Se termina con la puesta en común y diálogo sobre la acción del Espíritu Santo en las primeras comunidades cristianas. Se puede cantar algo y hacer un corte antes de continuar.
Tercer momento:
¿Cuáles son los signos de su presencia entre nosotros? (Anunciar la Palabra, dando ejemplos cercanos a la realidad del grupo con el cual se está trabajando).
LIBERTAD: 2 Cor. 3, 17 "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, ahí está la libertad."
VERDAD: Jn. 14, 16 - 17 "Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes: el Espíritu de la Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes, en cambio, lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes."
ALEGRÍA: 1 Tes. 1, 6 "Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo."
PAZ: Rom. 8, 6 "Ahora bien, los deseos de la carne conducen a la muerte, pero los deseos del espíritu conducen a la vida y a la paz."
UNIDAD: Ef. 4, 3 "Traten de conservar la unidad del espíritu, mediante el vínculo de la paz."
Cuarto momento:
Puede ayudar para este momento dar una ficha con los nombres de los integrantes para que puedan completar:
El Espíritu Santo en nosotros
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Nombre
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Signo del Espíritu que advierto en él / ella:
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Mercedes
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..............
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Juan Ignacio
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Para poner en común se comienza con un voluntario al cual el grupo le va diciendo el signo del Espíritu que descubren en él. Después se sigue con el resto del grupo.
Quinto momento:
A cada grupo se le da uno de los signos del Espíritu y mirando el país o el mundo tendrán que armar una cartelera con situaciones o personas que encarnen estos signos.
Para este momento hay que prever los diarios, revistas, cartulinas y demás elementos que van a necesitar.
También tendrán que armar una oración de petición por las situaciones donde este signo está ausente, y otra de acción de gracias por lo expresado en las carteleras.
Se termina exponiendo las carteleras y realizando juntos una celebración donde podamos cantar, orar y pedir que venga a nosotros el Espíritu de Dios.
"¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Porque el Templo de Dios es sagrado y ustedes son ese Templo." 1 Cor. 3, 16.
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